viernes, 11 de diciembre de 2015

Plan hundir Badajoz. Ahora el comercio.



Que el extremeñismo juntero tiene un plan para hundir Badajoz, y por extensión a La Raya, desde hace treinta años es un hecho incontestable. De vez en cuando algún pacense, tonto útil de los amos junteros dice que exageramos, o que somos unos conspiranoicos. Claro que la fuerza de los hechos se encarga de cerrar la boca de estos pacenses. 

Hoy vamos a hablar del nuevo plan antiBadajoz que inauguró Guillermo Fernandez Vara. Quien ha decidido apostar fuerte y atacar el mismo corazón del empleo y riqueza pacenses. Su comercio.

Y lo hizo desde el minuto 1, pues ya en su discurso de investidura anunciaba por una parte la supresión del Consejo consultivo, única institución extremeña con sede en Badajoz, y por otra la eliminación de la ley que permitía a Badajoz junto a otros municipios de esta autonomía abrir 16 festivos al año.

¿Cual es la justificación que tiene semejante medida? Pues que los pueblos de Extremadura los domingos se quedan vacíos, para ir a comprar a Badajoz. Y eso no se puede permitir, porque una cosa es que se queden vacíos, y otra que sea para ir a Badajoz, hasta ahí podiamos llegar.

Ya en la oposición anunciaban sus intenciones. 


El secretario general del PSOE de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha señalado hoy que Extremadura necesita una apuesta por la pequeña empresa y los autónomos “que son la que están consiguiendo que se fije la población al mundo rural”.
En este sentido, Fernández Vara, ha defendido la necesidad de un plan rescate a las empresas extremeñas y ha señalado la exigencia de modificar las leyes, “en concreto aquella que permite que las grandes superficies abran  tantos domingos al año,  haciendo una competencia brutal al pequeño comercio de la Extremadura rural, sin que ello, además, haya servido para general empleo, como se ha demostrado, por lo que volveremos a 10 días festivos de apertura comercial.”
Fernández Vara ha realizado estas declaraciones en Talarrubias, donde ha visitado esta mañana en el inicio de su jornada electoral la Feria de Muestras, que este año celebra su vigésimo cuarta edición


Bonitas intenciones. Claro que el hecho de que una persona de Talarrubias no pueda venir un domingo a Badajoz a hacer sus compras, no le evita ir al otro lado de la Raya. Y es que mientras en Castilla La Mancha los festivos son 12, y en castilla y León y Andalucía 10. En Portugal todos los domingos se pueden abrir los comercios, con excepción de dos. Lo que hace un total de 52 festivos contra 10. 

Imaginemos por tanto el daño tan brutal que se podría hacer a la ciudad de Badajoz si al Faro le salieran patas y pudiera trasladarse unos pocos kilómetros al otro lado de la Raya. Miles de visitantes, cientos de empleos y de millones de Euros no acabarían desembarcando en la capital pacense, sino en su vecina Elvas. 

Pero quizás no es algo que tengamos que imaginar, sino que probablemente y por desgracia es muy probable que podamos comprobarlo muy pronto. En la vecina Evora avanza la construcción de un centro comercial como podemos comprobar aquí, más información en portugués. Si tenemos en cuenta que el público portugués representa el 20% de las ventas del comercio pacense, podemos entender el daño que supone no competir en igualdad de condiciones con el otro lado de la Raya. 

Y es que ese es el tema. Badajoz no tiene competencia comercial en Extremadura, la tiene con el país vecino. Y visto que no pueden conseguir que deje su liderazgo comercial en favor de otra ciudad de la región extremeña, puestos a comprar a un lado de la Raya, prefieren que lo sea del lado portugués. 

Así las diferencias comerciales entre Badajoz y las localidades extremeñas son significativas. Tanto en números totales como en crecimiento relativo tal y como podemos comprobar con números de la propia Junta de Extremadura. Un crecimiento del 36% en Badajoz en el comercio minorista frente al 0,4% de Cáceres en una década. Normal por tanto que el presidente cacereño de la Fedacoex esté a favor de dicha reducción, al igual que el alcalde de Mérida. Después de todo no es en sus municipios donde se va a comprar desde localidades vecinas, más bien es al contrario. 

Claro que este trato a la ciudad de Badajoz choca con el ofrecido por la Junta de Extremadura al municipio de Mérida. Y es que después de gastarse 100 millones de euros en nuevas dependencias administrativas, ahora devuelven a los funcionarios a sus antiguos emplazamientos de la zona centro, con los colaterales problemas de aparcamiento, acceso... para dar vida al comercio de Mérida. 

Así tenemos una administración regional hiper sensible a las necesidades comerciales de la localidad donde tiene su sede, donde todos los extremeños deben adaptarse y sufrir incomodidades para favorecer a unos pocos comercios y dar vidilla a la capital extremeña. 200 millones de euros gastados después. Mientras en la capital pacense debemos adaptarnos a los deseos y ordenes de las autoridades extremeñas. Que no son votadas aquí, que no son defendidas por el alcalde de aquí, que no representan los intereses de Badajoz perjudicando esencialmente a esta ciudad, y que nos dejan en clara desventaja contra un competidor, vecino que está a un paso, con el que de perder esta batalla poco menos que se pone fecha de defunción al comercio pacense y por tanto a la ciudad de Badajoz. 

Enhorabuena. No somos Extremadura.